Me sonrojas y escupo alegrías de mi
boca. No puedo parar de sonreír. No puedo parar de mirarte. Así que
me detengo delante tuya y te observo.
Has cambiado.
Eres más tú.
No eres el de antes. Eres tú.
Y continúo a escasos metros de ti y
oigo como respiras.
Respiras y respiro,
para dejarme sin aliento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario