No es lunes.
Ni viernes.
No es martes tampoco.
Es domingo. Domingo de hacer cosas anormales, pues las normales se conciben entre semana.
Es domingo, aunque a veces no lo parezca. Aunque tenga cara de miércoles o de sábado, según de qué perfil lo mires.
Es domingo de siete letras. De empezar Despierto, con Ojeras, Mirando a tu alrededor, Intentando ubicarte, Navegando en tus pensamientos, Guisando los por qués, Obteniendo respuestas.
Es domingo y he de confesarlo: no me gustan, no me atraen. Por que después de un domingo, viene un lunes. Y de éste, mejor no hablar.
Te cambio tu triste Domingo, por mi alegre Lunes, donde:
ResponderEliminarLa luna encerrada
Unida a mis pensamientos
Necesita tu presencia
Esperando una respuesta
Susurrando en mis recuerdos